domingo, junio 05, 2005

Las raíces familiares

(DADAFANKATAMI)

Alguna vez en mi vida hace más o menos unos cuatro años experimenté una profunda sensación de miedo, había llegado el momento que con cierta ansiedad había esperado, sabía que era difícil, pero en el fondo quería estar ahí pronto, y el miedo se debía simplemente a aquel miedo que todos llevamos dentro el miedo a lo desconocido y todo esto para mí era nuevo. Finalmente una mañana muy temprano salí de mi casa algo emocionada, y un poco perturbada a la vez, porque la idea de madrugar toda la vida me ha producido mamera mental, y ese día no fue la excepción. El camino que estaba recorriendo era totalmente diferente del que había recorrido siempre, el pavimento se acrecentaba a medida que me acercaba a aquel lugar y las distancias cada vez eran más notorias, pero finalmente llegué y me encontré con la única persona que medio había hablado y en ese momento nos dirigimos a la facultad de artes a buscar el salón de danzas. En la entrada de dicho salón una que otra cara conocida estaba esperando que esa puerta se abriera o que alguien apareciera y como era inevitable cruzamos palabras para saber si todos buscábamos lo mismo y así era allí estaba todo mi grupo de clase de comunicación corporal (Recuerdan nuestro bus jejeje). Cuando finalmente nos hicieron pasar, tuvimos que quitarnos los zapatos y empezar a contarle a los buenos a los malos y al profesor quiénes éramos, algo muy coherente, pero siempre suele ser extraño cuando se habla en medias. Por esas cosas del destino nos repartieron de tal forma que Da, Da, Fa, An y Ka quedaron en el mismo curso y Ta y Mi tuvieron la fortuna de quedar con la gente más chévere del curso (jejejeje). Ahí empezó toda esta historia en medio de ejercicios para soltar más el cuerpo y un desfile de calcetines de colores.
Más tarde ese día llegamos a una clase muy extraña Propedéutica de la fe se llamaba, pero de eso no tenía nada, el profesor era un fanático de los simpsons crítico de todo pero ante todo un bacán que hasta bailando nos lo encontramos luego de un buen tiempo y aún nos recordaba. Después de esta clase llegó la hora del almuerzo y con el susto del primer día y como buena primípara salí almorzar con 5 sujetos que había conocido en días anteriores en todo ese rollo al que llaman inducción. De regreso nos esperaba una dizque clase “comunicación sonora”, que también de eso no tuvo nada, (aún no puedo creer que nuestro trabajo final haya sido sobre el trancón AH???? Es eso justo???) Pero gracias a esta clase se abrió la puerta que me llevó a conocer a quienes hoy llamo mis amigos. Cuando el semestre ya estaba como por su cuarta semana se acercaron los parciales y el primero fue el de Felipe Vega, que no sé gracias a qué pasé con una nota muy alta, puede ser un buen indicio no???....en fin, así vinieron los demás parciales y el de sonora era en grupo, en el momento en el que supe esa condición de trabajo me dije a mí misma..”mi misma qué hacemos escasamente conocemos a alguien”, así que recurrí a una persona que conocía muy poco, pero que siempre me había parecido bacana ya que al igual que yo parecía tener el walkman adherido a las orejas, llegaba tarde a clase, se reía de todo, demostraba a todo dar su amor por millonarios y tenía una maleta amarilla y sonrojada como me pongo siempre, le pregunté si podía hacerme con él y me respondió que sí, pero que no estaba solo así que tenía que preguntarle a alguien que yo conocía menos pero que se la pasaba mucho con él, y así lo hice, pero la respuesta no fue tan positiva, David me dijo”Pues..no sé…el trabajo lo vamos a hacer en la casa de Daniel España pregúntale a él”,y nuevamente mamada de andar buscando que alguien me aceptará en su grupo me encontré al anfitrión del trabajo sentado en la puerta de la facultad solo y le pregunté si podía trabajar con ellos y como tiende a hacerlo siempre me brindó la respuesta que estaba buscando dijo “domingo, 1 pm, en mi casa mi dirección es….”y ese domingo en medio de heinekeens, risas e historias de amor hicimos nuestro parcial y allí empezó todo…Claro que en esta reunión estaban ausentes tres personajes a los que me acerqué de otra forma. El primer martes de ese semestre llegué muy a las 9 y treinta am a una clase que empezaba a las 9 am, y estaba allí en uno de los helados salones del segundo piso del edifico 67 de la pontificia universidad Javeriana, (en la sensacional y única clase de lectura y escritura I, que dictaba el señor Mendoza, finalizando el mes de enero del año 2001,) abriendo la puerta acompañada de la pena que siempre me producen mis constantes tardanzas. Cuando fui a sentarme solo había un puesto y tuve que hacerme allí, a mi lado estaba sentado un niño con quien de manera constante empezó a ocurrirme la misma historia Yo siempre llegaba tarde y el único puesto libre era a su lado así que luego de tanto vernos las caras empezamos a cruzar palabras seguido y a hablar de lo que más tenemos en común el gusto por el rock que a la hora de la verdad siempre que hablamos tiene que estar presente dentro de nuestras conversaciones y si lo estaban pensando…sí, ese niño es Miguis (sobrenombre que surgió luego de la invasión de palabras como Dianis, Julis, Andreis, Silvis, Lilis) . Por otro lado hubo una persona que también conocí por cuestiones de trabajos, un día para otra de las geniales clases (Principios) teníamos que escoger un tema de trabajo y yo como siempre dejé salir mi dark side y escogí algo que “titulé terror en el cine”, de inmediato capturé la atención de Andrés que empezó a hablar conmigo sobre el tema y también se convirtió en mi compañero de trabajo en la búsqueda de indicios en la película corazón satánico…Y finalmente y en un grado de mayor importancia está alguien a quien recuerdo constantemente cuando no está. Como siempre llegaba tarde a clase de M.M, el día que todo el mundo sacó su carné no fue la excepción así que tuve que faltar a esa clase e ir a hacer esa vuelta y en las mismas estaba una niña de pelo negro larguísimo, braquets y gafas que me hizo compañía en ese momento, estuvimos más de dos horas juntas, almorzamos arroz con pollo en barra café y nos contamos la vida entera, pero de manera inexplicable después de las dos de la tarde de ese día no volví a hablar con ella. Extraño no?.afortunadamente esta situación al igual Tata cambió.
Pero bueno así es la historia que tiene esta persona para contarle a cualquiera que le pregunte cómo conoció a sus amigos, así fue como crucé palabras por primera vez con cada uno de ustedes, y gracias a su presencia ese miedo que sentí el primer día de clases no volví a sentirlo jamás porque ustedes hicieron más agradable mi estadía en este fabuloso lugar que es la U, todas las derrotas, los triunfos, las ebrias y demás no hubieran sido lo mismo si alguno de ustedes faltara porque a la hora de la verdad cuando me pongo a pensarlo detalladamente me doy cuenta de que somos demasiado diferentes todos y que somos aquellos que al parecer nunca encajaron en cualquier sitio, pero terminaron sumergidos en el mejor lugar con otros igual a ellos en ese mismo aspecto...

….en el fondo creo que todos teníamos algún trauma con el transporte urbano.. Ojalá ya lo hayamos superado.… Runchis.

1 Comments:

At 10:36 p. m., junio 13, 2005, Anonymous Anónimo said...

Ahora retorno a la Web después de los siete días más inesperados de mi existencia. Hace una semana, una hora y cuatro minutos comenzó esto quer todavía no pasa y tu estuviste ahí Runchis. Hay años en los que uno cree que no va a llorar y termina haciéndolo sin saber en qué momento. Este mensaje es divino. Es la prehistoria de todo este fabuloso capítulo y es verdaderamente encumbrado que la memoria no falte. Gracias Karen. Gracias

Jack Nelson Alvarez

 

Publicar un comentario

<< Home