jueves, junio 23, 2005

Mass celular 2

By Jack Nelson Alvarez

Bueno y para seguir con la cantidad de oficios mal hechos y la masiva invasión de celulares, después, otro diíta montado yo en un taxi que tomé en la Avenida de Ciudad de Quito (NQS) con Avenida Jose Celestino Mutis (CALLE 63), notaba la cantidad de obras que han cambiado nuestra ciudad, y mientras miraba por la ventana, pues no acostumbro hablar con taxistas, retumbó en la parte delantera del carro, en medio de llamados de radio de operadoras y respuestas de otros taxistan quién sabe en qué parte, la hermosa melodía de Carmen de Bizet. Pero esta no venía de la radio, no. Venía como tono del teléfono celular del taxista. El sujeto contestó al parecer la llamada que le hacía su mujer, quien entre otras cosas parecía discutir con él. La llamada duró lo suficiente para que este desconocido empleado, quien me prestaba su servicio como conductor, se perdiera en la maraña de calles, diagonales, transversales y carreras, sin contar con tronclaes y autopistas que se trazan sobre Bogotá. Y todo por esa absurda llamada. Absurda por ser hecha en su tiempo de trabajo, y absurda porque las cosas de la casa son para la casa. Absurda además porque tanto él como yo estabamos perdidos y no sabíamos como retornar a la ruta. Pues resulta que el señor dio vueltas y vueltas para reencontrarla y nunca dio con esta. Y le pregunto yo: señor, pero ¿para dónde me lleva? Responde el hombre: ah no señor, pues para donde usted me dijo, solo que téngame paciencia porque apenas ayer que llegé aquí (a la ciudad) y estoy conociendo para que me dejen este carrito.

Continuará